Jesús Poveda

Fluor colour studio: Practicas artísticas con el color flúor. Relaciones entre arte, ciencia y tecnología.

La fluorescencia es un tipo particular de luminiscencia que caracteriza a las sustancias que son capaces de absorber energía en forma de radiaciones electromagnéticas y luego emitir parte de esa energía en forma de radiación electromagnética de longitud de onda diferente.1

La energía total emitida en forma de luz es siempre menor a la energía total absorbida y la diferencia entre ambas es disipada en forma de calor. En la mayoría de los casos la longitud de onda emitida es mayor -y por lo tanto de menor energía- que la absorbida, sin embargo, si la radiación de excitación es intensa, es posible para un electrón absorber dos fotones; en esta absorción bifotónica, la longitud de onda emitida es más corta que la absorbida, sin embargo en ambos casos la energía total emitida es menor que la energía total absorbida.

En general las sustancias fluorescentes absorben energía en forma de radiación electromagnética de onda corta (p. ej. radiación gammarayos xUV, luz azul, etc.), y luego la emiten nuevamente a una longitud de onda más larga, por ejemplo dentro del espectro visible; los ejemplos más notables de fluorescencia ocurren cuando la luz absorbida se encuentra dentro del rango ultravioleta del espectro -invisible al ojo humano- y la luz emitida se encuentra en la región visible.

El mecanismo de fluorescencia típico implica tres pasos secuenciales, llamados respectivamente absorción (1), disipación no radiativa (2) y emisión (3).

El ciclo completo es muy breve, transcurre en tiempos del orden de los nanosegundos, por lo que puede considerarse prácticamente instantáneo. Es este tiempo tan corto lo que diferencia a la fluorescencia de otro conocido fenómeno luminoso, la fosforescencia. El mecanismo de fluorescencia también se encuentra muy relacionado con el proceso de quimioluminiscencia.

Las sustancias que son capaces de emitir luz al ser excitadas por diferentes tipos de radiación se denominan fluoróforos. Es posible obtener una amplia variedad de colores por fluorescencia, dependiendo de la longitud de onda que emita el compuesto fluorescente.

El fenómeno de fluorescencia posee numerosas aplicaciones prácticas, entre las que se encuentran por ejemplo análisis en mineralogíagemología, sensores químicos (espectroscopia fluorescente), pigmentos y tintas, detectores biológicos y lámparas fluorescentes.

 

El ultravioleta (UV) es una forma de radiación electromagnética con una longitud de onda más corta que la de la luz visible, pero más larga que la de los rayos X. Su nombre proviene del hecho de que su rango empieza desde longitudes de onda más cortas de lo que el ojo humano identifica como luz violeta, pero dicha luz o longitud de onda es invisible al ojo humano, al estar por encima del espectro visible. Esta radiación es parte integrante de los rayos solares y produce varios efectos en la salud al ser una radiación entre no-ionizante e ionizante.1

Sos Terrible’ consiste en un conjunto de obras que pretenden, desde diferentes perspectivas, tratar las interrelaciones entre ciencia, arte y tecnología, al mismo tiempo que se ponen en valor otros modelos de sostenibilidad. En la obra de Jesús Poveda destaca la materialidad como eje central ya que a menudo reutiliza materiales y los convierte en soporte, como nuevas incorporaciones a la pintura contemporánea, buscando una austeridad en el proceso, frente al exceso de tecnología, imágenes y consumismo que caracteriza nuestras sociedades.

Este trabajo se configura en torno a diversas piezas pero, como eje central, nos presenta una serie de símbolos, motivos naturales, que se conciben desde la figuración pero buscando una abstracción que comunica de manera más directa. Estas representaciones surgen de estrategias procedentes del diseño como son las ECOImágenes, aunque se les dota aquí de una descontextualización intencionada para captar la manera de representar la conexión entre el ser humano actual y la naturaleza, caracterizada por los vaivenes, la rapidez y el consumismo más atroz. En este caso, el prefijo eco respondería a función comunicativa, aquella vinculada al sonido y que genera propagación, una imagen que se expande para, gracias a las tintas planas y composiciones efectivas, captar la atención y, de hecho, crear conciencia. Además, en esta parasíntesis explorada por el autor, la palabra sostenible recibe una mutación y se sustituye por terrible, un concepto que pretende hacernos inferir en esas situaciones en las que los equilibrios terrestres se balancean a raíz de algún cambio económico-social, impactando en el territorio, natural y colectivo, de una forma desmesurada.

La manera de codificar de Jesús Poveda le lleva, al mismo tiempo, a absorber los soportes convencionales para fundamentar la misiva de una manera más clara. A través de un gesto y trazo reconocibles, describe, desde su mirada estética, problemas como la desertificación y su impacto en el territorio, así cómo la conmoción generada en las vidas de aquellos que habitan esos entornos afectados. Al pensar en las relaciones entre ecología, política y sociedad, es inevitable referenciar ‘Las tres ecologías’ de Féliz Guattari, manual básico y brillante análisissobre estos complicados pilares. En este ensayo se realiza un recorrido por grandes problemáticas sociales (todavía por solucionar) y la manera en que se imbrican con las transformaciones que sufre el planeta. En ‘Las tres ecologías’ se reclama la consecución de un verdadero cambio, una revolución que explica que la problemática medioambiental “además de a las relaciones de fuerzas visibles a gran escala, concierne a los campos moleculares de sensibilidad, de inteligencia y de deseo” y por alusiones intencionales, también al ámbito artístico. La revalorización de la pintura tiene aquí un papel clave, que se concibe desde la labor más manual y física. El proceso creativo varía según su objetivo, según la realidad que rodee al creador en ese momento.

Es así como Jesús Poveda, en una sociedad cada vez más trabada por nuevos medios, nos propone su mirada hacia lo natural, y nos lleva a reflexionar, pausadamente, desde la perspectiva de la biomímesis por la que los problemas se pueden llegar a resolver a través de la observación de la naturaleza. Sus obras generan una especie de meditación flâneur de lo natural que nos son cercanas por el uso de esos motivos simbólicos afines. Un proyecto que deambula entre la concienciación y la crítica, y que nos invita, sobre todo, a pararnos a observar la naturaleza, pretendiendo interpelar en lo que somos: sujetos colectivos que deambulan entre las contradicciones propias de nuestra cultura contemporánea. María Ramis.

Mecanismos gráficos. Visiones de los nuevos medios. (Centro de documentación de arte contemporáneo Valenciano.) «Entremezclándose con iconos que fluctúan desde lo clásico a los nuevos medios, se conforma la pintura de Jesús Poveda (Valencia, 1973) que, como el dibujo, se abre hoy a toda una serie de posibilidades todavía por explorar. El dibujo no es solo la exhibición gráfica, el dibujo es el punto de partida. Su desarrollo y consecuente aclimatación provocó que, en el instante adecuado, naciera la técnica gráfica y el grabado, procedimientos del arte contemporáneo que permiten alcanzar un alto nivel en cuanto a la experimentación. Al mismo tiempo que la antigua técnica del grabado producía improntas sobre el papel es la forma con la que Jesús Poveda realiza su obra, unas veces encajando píxeles descompuestos, otras con su trazo, la mancha, la transferencia, el trampantojo, y otras la yuxtaposición. Su pintura a veces traspasa los soportes convencionales tendiendo a la incorporación y descubrimiento de otros nuevos que provienen de materiales utilizados en los procesos de impresión, o en cualquier otro medio le pueda despertar interés, a su vez incorpora elementos visuales encontrados en los medios digitales, creando una figuración que busca la abstracción, en la que se deja llevar por el gesto, de una forma muy expresiva.» Ricard Silvestre

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